
Erase una vez una planta que vivía en una ciudad, Madrid.
Madrid era muy contaminante ya que es la capital de España,un día una persona la aplastó,el hijo fué a repararla,le puso una cuerda alrededor del tallo para que pudiera sobrevivir,como sufría tanto se la llevó al campo,el iba todos los dias a verla y al cabo de dos años se lo recompensó dándole manzanas que era la fruta que mas le gusta,los dos vivieron felices y comieron perdices.
FIN
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